La vida se trata de pasar por diferentes momentos, algunos buenos y otros no tanto, buscar ayuda no es signo de debilidad, sino todo lo contrario, es un signo de salud y conciencia de nosotros mismos.

En la terapia no trabajamos solo con problemas o momentos negativos. Es falso que solo debemos ir a terapia cuando nos pasa algo que nos moviliza o no sabemos solucionar.

Podemos ir para generar mayor autoconocimiento y confianza o para saber manejar mejor las emociones y las situaciones cotidianas de la vida. También ayuda a aumentar cualidades positivas como alegría, autoestima, la empatía y el cuidado, aprendemos a ser asertivos y mejorar nuestras relaciones.

Reduce el sufrimiento, ayuda a que tomemos mejores y más sanas decisiones, reduce el estrés, la ansiedad y problemas para dormir entre muchos otros. En resumen, ayuda y aumenta el crecimiento personal.